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La Intervención de los Servicios de Inteligencia Israelíes en la Guerra De Irak (página 2)



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Los medios de
comunicación israelíes
se apoderan del tema y lo trataron permanentemente. El recuerdo
era aún vivo de los 39 misiles iraquíes que
habían afectado a Israel durante la primera guerra del
Golfo, en 1991. Los periodistas en la
televisión opinaban de forma unánime: los
misiles que Bagdad podría lanzar sobre Israel se
dotarán con cabezas químicas o biológicas
susceptibles de causar millares de víctimas. La avalancha
sobre las máscaras anti gas es inmediata.
El propio Estado enumera
la marcha que debe seguirse en caso de ataques: sirenas de
alerta, preparación de las habitaciones protegidas, ir a
los refugios, empleo de las
máscaras anti gas.

Mientras que la amenaza de bombardeo químico
permite suscitar un miedo intenso en la población, se distribuye un folleto a cada
familia en el
que se enumeran las medidas que deben adoptarse en caso de
ataque, a principios de
febrero de 2003. El mismo indica, en particular, cómo
preparar un refugio y asegurarlo contra un ataque químico
o bacteriológico. Se agrega una lista de productos que
deben comprarse. Tales acciones de
gran envergadura, apoyadas por enlaces de inteligencia,
no pueden basarse en simples convicciones personales de los
cronistas, según la percepción
general de la población israelí, ya que estos
resaltan que la información la tomaron de informes
obtenidos de los servicios de
inteligencia.

Es así que el Mossad, como los otros servicios de
información israelíes, participó en la
campaña de intoxicación lanzada por George W. Bush
y Tony Blair a partir de agosto de 2002. A esta conclusión
llega, en diciembre de 2003, un informe del
Centro Jaffee de Estudios Estratégicos, en Tel Aviv. Su
autor, el general de reserva Schlomo Brom, resaltó como
las comisiones de investigación que trabajaron en los
Estados Unidos
y el Reino Unido, sobre los ‘errores’ de los
servicios de inteligencia, olvidan que había un tercer
socio importante que apoyaba esta afirmación, según
la cual Saddam Hussein disponía de armas de
destrucción masiva y los medios para
lanzarlos, y este tercer socio era Israel.

Los servicios de inteligencia israelíes fueron un
socio de pleno derecho para la presentación de las
capacidades no convencionales iraquíes por el Reino Unido
y los Estados Unidos, y es así como los fracasos de la
guerra en Irak
demuestran fracasos y debilidades inherentes a los servicios de
inteligencia y a los responsables israelíes. Tales errores
podrían reproducirse en el futuro si la cuestión no
es objeto de una investigación completa. Los servicios de
información exageraron en gran parte el riesgo de un
ataque no convencional sin atreverse a decir que era
prácticamente nulo. Sólo en la víspera de la
ofensiva, una vez que la población se había
equipado perfectamente a fin de soportar un ataque, Ariel Sharon
anunció, el 15 de marzo de 2003, que existía un 1%
de posibilidad de que Israel fuera atacado.

El informe del Centro Jaffee destaca ‘el elevado
precio
financiero’ de las medidas defensivas adoptadas por Israel.
Pero no es este el punto más grave. Al exagerar la
amenaza, la inteligencia israelí sobre todo
debilitó considerablemente su credibilidad para con la
población israelí y los servicios de
información extranjeros. Schlomo Brom trata a su modo de
ver esta falla de los servicios de información, vinculados
al síndrome de la guerra de octubre de 1973, cuando estos
mismos servicios no habían conseguido anticipar el ataque
contra Israel.

La visión israelí de la amenaza
iraquí simplemente se debe a una concepción
dogmática. Las oficinas de información fueron
sumergidas por una visión unidimensional de Saddam que lo
describían como la encarnación del Mal, un hombre sujeto
a la obsesión de desarrollar armas de destrucción
masiva para afectar Israel entre otras cosas. Pero Brom no
excluye sin embargo que sospechas de manipulación política no manchen
duraderamente la credibilidad de las agencias ya que las oficinas
de información extranjeras podrían perder confianza
en la información israelí, y sospechar que Israel
proporciona pistas falsas con el fin de convencer a los otros
países de adoptar su posición
política.

Los servicios de información israelíes son
famosos por su eficacia, hasta
el punto que el Mossad hasta tiene que vender una parte de la
información que recoge a otras agencias extranjeras,
práctica habitual posible por la extrema fiabilidad
concedida por la comunidad
internacional de espionaje a los trabajos de los agentes
israelíes. Este hecho es amenazado actualmente por la
participación de Israel en la campaña de
intoxicación relativa a las armas de destrucción
masiva supuestamente en poder de
Saddam Hussein.

Israel, que había sido el primer país
pendiente y alerta del programa nuclear
iraní a mitad de los años noventa, podría
así encontrarse desacreditado, y ya no beneficiarse de la
misma atención que antes, por parte de los
servicios secretos occidentales, principalmente en Europa. Sus
advertencias sobre los programas de
armamento de sus vecinos – y de sus adversarios – podrían
en adelante ignorarse. Es necesario para los servicios de
información israelíes restaurar esta
credibilidad.

El hecho de que los responsables de las oficinas de
información hayan podido estar convencidos de la necesidad
de mentir, y en consecuencia de poner en juego su
credibilidad, revela la amplitud de las presiones políticas
que pesa sobre ellos y que los impulsa a defender una
posición belicista. La transformación de un
servicio de
inteligencia en órgano de propaganda no
es una señal de buena salud democrática.
Pero al menos este episodio habrá tenido el mérito
de hacer caer la confianza ciega que los israelíes y los
Gobiernos extranjeros concedían al Mossad.

En la actualidad, hay un hecho probado: incluso el mejor
servicio de inteligencia del mundo no está al resguardo de
manipulaciones políticas. En este sentido será
necesario para los demás servicios de espionaje desconfiar
de los datos que
produce, en particular, con respecto a Siria, próximo
objetivo
probable de los Estados Unidos.

LA
INTERVENCIÓN DIRECTA DE LA INTELIGENCIA ISRAELÍ EN
LA GUERRA DE IRAK

En julio del 2005, un alto responsable de la defensa
iraquí reveló que Israel organizó varios
atentados en Irak, bajo la protección de grupos islamistas
wahabitas y salafies. Agentes del Mossad infiltrados
habrían orquestado atentados con bombas contra
objetivos
civiles y embajadas, así como el asesinato del embajador
egipcio, a la vez que se infiltraron durante el gobierno de Iyad
Allawi, por medio del ex Ministro de Defensa Hazem Shaalan y el
ex Ministro de Interior Fallah Nagib.

También colocaron baathistas en los servicios de
información iraquíes, de seguridad y en
puestos financieros. Después del asesinato de miles de
científicos y universitarios iraquíes desde el
principio de la guerra, Israel se propone así debilitar a
Irak y elevar el descontento popular a la vez contra la Resistencia y
contra la dirigencia shiíta.

Israel desempeñó un papel importante en la
batalla por la ciudad de Fallujah, a pesar de la
preocupación norteamericana de ocultar este hecho.
La muerte de
un funcionario israelí en Fallujah reveló la
existencia de un gran número de funcionarios, de
francotiradores y de militares israelíes en Irak. Sobre la
base de las estadísticas de la prensa
israelí, Israel no tendría más de 1000
funcionarios y soldados dispersados en las unidades
norteamericanas que operan en Irak. Además hay 37 rabinos
entre las tropas estadounidenses, lo que lleva a creer que el
número real debe ser superior, por la relación
entre religiosos y tropa.

El diario Ha'aretz admitió que muchos ocultan su
identidad
judía. Actualmente, hay una campaña de
contratación y reclutamiento
que coincide con la escalada de las operaciones en
Irak. Una de estas campañas, la del rabino Irving Elson,
que en uno de sus últimos discursos dado
en Nueva York incitó a que haya más rabinos que
fueran a combatir, a la vez que los motivó a incorporarse
en las fuerzas estadounidenses. Además otro rabino
emitió un dictamen que establece que los que mueran en
Fallujah serán "mártires". Estados Unidos tiene
necesidad de la experiencia de los israelíes para
administrar los enfrentamientos en las ciudades iraquíes,
dado que dos generaciones de sus fuerzas armadas carecen de esta
experiencia desde la guerra de
Vietnam.

No obstante el papel israelí no es ni
técnico, ni complementario a nivel norteamericano.
Más bien, se trata de una parte de la visión
establecida por sus dirigentes políticos y militares antes
del lanzamiento de la guerra, y cuyo objetivo es destruir todo
papel regional para Irak y de eliminar toda amenaza futura que
pueda representar este país para Israel.

Gracias a distintos títulos de prensa, lo
más importante del plan
israelí en Irak pasó a ser publico, siendo la
revelación más importante las operaciones del
Mossad para establecer redes en el Norte y el Sur,
la eliminación de los científicos iraquíes y
la intensificación de la compra de bienes
inmuebles, propiedad y
terrenos al norte, especialmente en Arbil, Kirkuk y
Mosul.

Esta situación tendría relación con
el anterior proyecto puesto
en marcha diez años antes de la caída de Bagdad,
mediante los turcos judíos.
Israel anima a los dirigentes kurdos a separarse de Bagdad para
administrar su región, pero al mismo tiempo, Israel
quiere que los kurdos desempeñen un papel pivote en el
Irak de posguerra, debido a las relaciones históricas que
estableció con los kurdos. Probablemente, Israel
avanzó en el desarrollo del
plan anunciado por el Ministro de Infraestructura, Joseph
Paritzky, encaminado a instalar tuberías para traer
el
petróleo de Irak a Israel, pasando por
Jordania.

Un informe de la seguridad turca publicado recientemente
por Jumhuriyet confirmó las tentativas de Israel de
activar la línea hacia Haïfa lo más
rápidamente posible. Pero según este informe, los
israelíes creen que las fuerzas americanas son incapaces
de imponer seguridad y estabilizar en Irak.

Esto perjudica a los israelíes que deben
desarrollar sus propios canales con los poderes locales,
comenzando por el punto pivote en el norte, y avanzando en el
plan de puesta en práctica, que habían preparado
mucho antes de la caída del antiguo régimen. Sin
embargo, evitan ahora una confrontación con
Turquía, que se preocupa por su extensión en el
Norte. En este espíritu, Israel incita a los judíos
iraquíes a ser un puente para organizar las relaciones con
el nuevo Gobierno y en particular, intensificar las iniciativas
comerciales con Irak vía Jordania.

Israel desea también tener algo que decir sobre
el destino de Irak, mediante su influencia indirecta en la cumbre
de Sharm El-Sheikh, lo que puso furioso a la vez a Siria y
Turquía. Este rol, extenso e inesperado, del papel de
Israel en distintos ámbitos de Irak, confirma que Israel
es el principal beneficiario de la guerra, así como el
primer beneficiario de la escalada norteamericana con respecto a
Irán, por lo que se refiere al expediente
nuclear.

Irak no es Rusia, e
Irán no es China, y no
representan pues ninguna amenaza para los Estados Unidos, sino
que ambos representan una amenaza para el estado de
Israel. En conclusión, se puede decir que los partidarios
del Likud están utilizando la campaña de Bush
contra el terrorismo
como una cobertura para alcanzar los objetivos de Israel en Irak.
Por lo tanto, el objetivo de la batalla de Fallujah es romper la
columna vertebral de la resistencia y abrir la vía a la
terminación del plan israelí.

Un alto funcionario iraquí no descartó la
pista del Mossad sobre los dos diplomáticos argelinos
secuestrados en Bagdad por un comando armado en pleno barrio
El-Mansour, un acontecimiento que causa estupor en Argelia y
hunde en el pavor al cuerpo diplomático árabe en un
país donde el caos es aprovechado por grupos
incontrolables. El encargado de negocios
argelino, Ali Belaroussi, 62 años, casado y padre de
cuatro niños,
así como el agregado diplomático Azzedine Belkadi,
47 años, soltero, fueron secuestrados en
compañía de su conductor cerca del restaurante
Al-Sa' en el barrio El-Mansour, en el oeste de la capital.

El secuestro tuvo
lugar a 100 metros de la residencia del embajador. Los dos
hombres habían dejado la sede de la embajada para ir a un
almuerzo ofrecido, como cada jueves por el Sr. Belaroussi en su
residencia. Los dos diplomáticos debían reunirse
con otros tres colegas. Belkadi había llegado la misma
víspera a Bagdad e inmediatamente, Belaroussi tomó
la iniciativa de familiarizarlo con las prácticas de la
pequeña comunidad diplomática. El coche de
Belaroussi, un Cruiser de color blanco, fue
inmovilizado entre otros dos coches, cinco hombres armados
salieron de los dos vehículos y luego los llevaron a la
fuerza a cada
uno en un coche distinto, a su vez los dos vehículos de
los raptores fueron en dos direcciones diferentes.

El personal de la
representación diplomática argelina tenía la
práctica de tomar la calle donde tuvo lugar el rapto,
tanto a pie como en coche de servicio, con el emblema nacional
bien en evidencia colocado sobre los indicadores.
El-Mansour, barrio residencial y diplomático, constituye
con la zona verde donde se encuentra la sede de la embajada
norteamericana, los lugares mejores protegidos de la capital
iraquí. Las fuerzas norteamericanas e iraquíes
patrullan permanentemente, mientras que se instalaron
también algunos puestos fijos de la policía en los
cruces neurálgicos del barrio. Es sin embargo casi
imposible perpetrar un ataque o una retirada sin correr el riesgo
de chocarse con estas fuerzas cuyo número se
reforzó estas últimas semanas, en particular, desde
el recrudecimiento de los ataques contra las representaciones
diplomáticas.

Los raptores, según todos los indicios
tenían cómplices ya que la operación
pareció ser preparada cuidadosamente y minuciosamente
realizada por hombres bien preparados e informados. Habida cuenta
de su manera de actuar, de la rapidez del acto, y de la manera
con la cual emboscaron a los dos diplomáticos, los
raptores tenían el perfil de conocer con una
precisión de comandos
especiales el procedimiento.

Este secuestro suscitó el estupor en Argelia y
despertó numerosos interrogantes que se producen en un
clima de
ataques repetidos contra los representantes de los cuerpos
diplomáticos. Recientemente, el más alto
representante de Bahrein en Irak y el embajador de
Pakistán en este país habían sido victima de
ataques. El primero fue herido ligeramente, el segundo
había salido indemne mientras que el 7 de julio, fue
asesinado el encargado de negocios egipcio Ihab Echarif, el
más alto representante de Egipto en
Irak. Pero a pesar de lo anterior es significativo que se haya
podido tomar como rehenes a diplomáticos argelinos,
mientras que Argelia, que no se implica en el conflicto
iraquí, goza de un gran respeto por parte
del pueblo iraquí, sin distinción de
confesiones.

Las relaciones históricas privilegiadas entre
Argelia e Irak, datan de la guerra de liberación, y las
posiciones argelinas contra el empleo en Irak por las fuerzas
norteamericanas así como sus posiciones en favor de la
causa palestina hacían de los nacionales argelinos
personas casi intocables y, por añadidura, no
representando ningún interés
para los raptores si estos últimos se encontrarían
en las filas de la resistencia. Pero este privilegio no parece
haber resguardado a los diplomáticos argelinos que
garantizaban una "presencia simbólica" habida cuenta de su
calidad de
agregados administrativos, en particular, para el seguimiento de
las necesidades administrativas de la pequeña comunidad
argelina aún presente en Irak, según el Ministerio
de Asuntos Exteriores que estableció en la zona un
comité de crisis.

Este rapto se produce también en el momento en
que el Consejo de Seguridad de la ONU abrió
un debate sobre
la situación de Oriente Medio, por solicitud de la Liga
Árabe y a pedido de Argelia, para la adopción
de una Resolución que exigía el desmantelamiento
del muro de separación creada por Israel en
Cisjordania.

LAS
OPERACIONES DEL MOSSAD EN EL KURDISTAN

La vieja cooperación entre israelíes y
kurdos fue reactivada después de la guerra que
expulsó a Saddam Hussein del poder en el año 2003.
Esta cooperación secreta entre israelíes y kurdos
de Irak ha sufrido una disminución estos últimos
meses, debido a la influencia de Washington. Después de la
designación del dirigente kurdo Jalal Talabani a la
Presidencia de la República de Irak en la primavera 2005,
un conflicto de intereses apareció entre los dos aliados.
Para no ser criticado por los shiítas y los sunnitas,
Talabani, nuevo jefe del Estado, no podía dejar
desarrollar más relaciones condenadas por la inmensa
mayoría de los iraquíes.

Una parte de los agentes israelíes habría
dejado el norte de Irak. No seguiría siendo más que
un centenar, y los hombres de negocios israelíes ya no
actúan prácticamente más que mediante
intermediarios kurdos o jordanos. El conflicto con todo
había ayudado a estrechar la asociación entre el
Mossad y los responsables kurdos, aliados de treinta años
contra el régimen nacionalista de Bagdad. Para Israel, se
trataba de proyectar las aspiraciones federales de los kurdos y
de contener la influencia iraní en Irak. Después de
las hostilidades, los israelíes, impacientes de ver
probablemente millares de peregrinos iraníes penetrar en
Irak, intentaron en vano convencer a los estadounidenses de
cerrar la frontera
iraco-iraní según palabras declaradas al diario Le
Fígaro por Patrick Clawson, director adjunto del Institute
Near East Policy de Washington.

Pero los Estados Unidos, preocupados por no dirigir a
sus aliados shiítas iraquíes, hicieron oídos
sordos. Los Israelíes, constatando que sus aliados
estadounidenses no dominaban el terreno, entonces decidieron
tomar la cuestión en sus manos. Erbil y Souleymanieh,
instructores israelíes, disfrazados a menudo de hombres de
negocios, fueron encargados de mejorar la formación de los
milicianos kurdos. A principios de 2004, aproximadamente 1200
agentes del Mossad y de la inteligencia militar israelí
operaban en Kurdistan, según estimaciones militares
francesas. Su misión:
Crear fuertes comandos kurdos en un número considerable
para combatir las milicias shiítas, con dirección de Teherán, en el sur de
Irak, en particular, las del líder
Moqtada al-Sadr.

Massoud Barzani, del Partido democrático del
Kurdistan, considera que una relación con Israel "no es
un crimen, puesto que la mayoría de los países
árabes comparten información con el Estado hebreo.
Siempre, las montañas del Kurdistan fueron un nido de
espías".
La presencia de una considerable
población en esta región, autónoma desde
1991, permite a los israelíes reclutar agentes que
infiltrarán otras organizaciones.
En la actualidad, la prioridad kurda de infiltrar al nuevo
ejército iraquí, dirigido en adelante por uno de
ellos, puede servir a los intereses israelíes. Al
combinarse con los kurdos de Irak, el Estado hebreo
reforzó su vigilancia sobre Irán y Siria, sus dos
grandes enemigos en Oriente Medio.

Pero el activismo israelí terminó por
molestar a Washington, "Se recibe una fuerte presión
por parte de Washington para que decidamos nuestras maniobras con
los Kurdos"
, declaró un israelí enviado a Erbil
bajo una cobertura universitaria. Es así como los
norteamericanos no están ya de acuerdo con los planes
israelíes. Washington no desea tolerar más una
presencia no del todo clara para sus intereses.

Seymour Hersh, periodista del New Yorker, afirma
también que agentes israelíes entrenan comandos
kurdos en el Kurdistan iraquí e hicieron incluso
incursiones en Irán alrededor de instalaciones nucleares,
debido a que los servicios de información israelíes
establecieron que combatientes extranjeros ayudaban a los
insurrectos en Irak con el apoyo de los servicios secretos
iraníes. Los Israelíes habían aconsejado
enérgicamente a los Estados Unidos cerrar la frontera
entre Irak e Irán, a cualquier precio.

A partir del otoño 2003, los israelíes
pudieron constatar que se había ignorado sus consejos y
advertencias y que la guerra de los estadounidenses contra los
insurrectos eran fracasos sucesivos. Varios responsables en
Europa, Oriente Medio y los Estados Unidos le confiaron en varias
entrevistas a
Hersh que al final del año 2003 Israel había
llegado a la conclusión que la
administración Bush no sería capaz de aportar
estabilidad y democracia en
Irak.

Israel necesitaba otras opciones. Agentes
israelíes y militares trabajan ahora discretamente en el
Kurdistan iraquí, entrenando unidades de comandos kurdos.
Más importante aún para Israel es que estos pueden
infiltrarse en las regiones kurdas en Irán y Siria.
Miembros del Mossad que se hacen pasar para hombres de negocios
operan también en esta región lo que permite que al
combinarse con los kurdos, Israel tenga ojos y oídos en
Irán, Irak, Siria e inclusive Turquía. Según
la investigación de Seymour Hersh, "los agentes
israelíes, acompañados de comandos kurdos, pudieron
cruzar la frontera entre Irak e Irán para colocar
explosivos y otros aparatos sensibles cerca de instalaciones
nucleares iraníes señaladas como
sospechosas"
.

Esta situación no irrita aun al vecino turco,
impaciente de las operaciones israelíes en el norte de
Irak, que podrían tener como consecuencia, fomentar las
ambiciones de los kurdos de crear un Estado independiente,
incluyendo parte del territorio de Turquía, Siria, Irak e
Irán.

BIBLIOGRAFÍA

Libros:

  • Anzit Guerrero, Ramiro. Temas de Seguridad
    Internacional
    . Seguridad y Defensa. Buenos Aires,
    2006.
  • Anzit Guerrero, Ramiro: "Choque de
    Civilizaciones: El caso Occidente – Islam"
    . En:
    La Religión en la Época de la
    Muerte de
    Dios
    . Editorial Marea. Buenos Aires,
    2005.
  • Anzit Guerrero, Ramiro. "Las
    actuales Guerras del
    Mossad: Irán, Hezbollah &Cia.".
    AAInteligencia.
    Chile, 2007.
  • Frattini, Eric. Kidon, los Verdugos del
    Mossad
    . La Esfera de los Libros.
    Madrid,
    2006.
  • Gordon, Thomas. El Espía del
    Mossad.
    Editorial B. Barcelona, 2004.
  • Medina, Francisco; Eisa, Samir. Mi Vida
    contra el Mossad: Confesiones de un Espia Palestino
    .
    Espasa-Calpe. Madrid, 2003.

Medios de comunicación:

  • Al Hiwar Al Mutamaddin (Irak)
  • Al Moudjahid (Argelia)
  • El Watan (Argelia)
  • Ha’aretz (Israel)
  • Iraq Gates (Irak)
  • Israel Insider (Israel)
  • Jerusalem Post (Israel)
  • Jordan Times (Jordania)
  • Jumhuriyet (Turquia)
  • Junge Welt (Alemania)
  • La Liberte (Argelia)
  • Le Figaro (Francia)
  • Le Francophone Internationale (Francia)
  • Le Jeune Independant (Argelia)
  • Le Monde Diplomatque (Francia)
  • Le Soire d’Algerie (Argelia)
  • Maariv (Israel)
  • Makor Rishon (Israel)
  • New York Times (EE.UU.)
  • New Yorker (EE.UU.)
  • Times (EE.UU.)
  • Total Press (Francia)
  • Turkish Daily News (Turquia)
  • Washington Post (EE.UU.)
  • Yediot Aharonot (Israel)

SOBRE EL AUTOR

Dr. Ramiro Anzit Guerrero: Especialista en
Contraterrorismo y Seguridad. Abogado (USAL). Magíster en
Estudios Estratégicos (INUN). Doctor en Derecho Penal y
Ciencias
Penales (USAL). Autor de los libros: ‘Terrorismo, Análisis de un Condicionante
Critico’; Manual de
Inteligencia y Seguridad Urbana; Triple
Frontera ¿Terrorismo o Criminalidad? y Temas de
Seguridad Internacional.

 

Dr. Ramiro Anzit Guerrero*

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